domingo, 22 de julio de 2018

PROGRESISMO CATÓLICO: ERRORES Y DESVIACIONES ( I )




        Es muy difícil caracterizar con precisión los errores y desviaciones en que incurre el progresismo cristiano en casi todos los aspectos de la doctrina y de la vida religiosa. Algunos mantienen algún error o derivación y otros, otras. La enumeración que vamos a realizar, ni es exhaustiva ni es formulada por todos los que se dicen progresistas.

LOS MODERNISTAS RECHAZAN A SANTO TOMÁS DE AQUINO

        En primer lugar, hay en los progresistas, sobre todo seminaristas y sacerdotes, un desprecio bien marcado de la filosofía y de la teología de Santo Tomas; sabido es que para la Iglesia, Santo Tomas de Aquino es el primer Doctor que ha logrado una síntesis hasta ahora insuperable de las enseñanzas cristianas y las ha expuesto en un cuerpo de doctrina que forman toda una arquitectura. Pues bien, los clérigos progresistas desprecian la filosofía y teología tomista, arguyendo que toda ella esta en dependencia de una ciencia arcaica y superada ya definitivamente. Luego, así como esa ciencia ha caducado, también caduca la metafisica y la teología de Santo Tomas. No es difícil advertir el error de estos clérigos progresistas.

        La metafisica y la teología son independientes de la ciencia experimental que poseía Santo Tomas; lo importante en aquella metafisica y en aquella teología, es la formulación de los primeros principios de la realidad y del ser. Rechazar a Santo Tomas, es rechazar la filosofía del ser, y caer por lo mismo en una filosofía de la idea, de la vida, del devenir, de la existencia. Por ese camino se hace imposible alcanzar el ser y por lo mismo, poner en contacto racional al hombre con Dios, su Creador. Por ese camino el hombre cierra el camino de su inteligencia hacia Dios y se hace incapaz de levantar una teología que respete los fundamentos naturales y racionales, sobre los cuales se ha de apoyar luego la Revelación y la teología.

        En los progresistas, de que estamos hablando, hay una tendencia a revisar todos los tratados de la teología escolástica y tomista, con el pretexto de que se debe tomar contacto con las fuentes, a  saber, con la Biblia y la enseñanza de los Padres. Esta tendencia puede ser buena si no se niega el progreso legitimo que se ha operado con las grandes disquisiciones y tratados de los doctores posteriores, pero los progresistas desprecian estos estudios y tratados; quieren volver a una teología puramente bíblica y patrística.

           Esta tendencia es tanto mas peligrosa y se convierte en fuente de innumerables errores, si tenemos en cuenta que hoy la Biblia esta sometida a un bombardeo criticista demoledor por parte del nuevo racionalismo. Hay exegetas, como por ejemplo Rodolfo Butmann, que están empeñados en desmitizar, como ellos dicen, el Kerygma cristiano. En esta tarea reducen a muy poco la palabra divina de la Escritura, so pretexto de que todo es mito, incluso la Resurreccion del Señor. Sabido es que algunos biblistas católicos rechazan, por ejemplo, la infancia del Evangelio de San Lucas, y dicen que el Magnificat no es un cántico pronunciado por la Virgen. Se abre así, por este camino, las puertas a la destrucción total del Antiguo y del Nuevo Testamento de las Escrituras Sagradas.


LOS MODERNISTAS TRATAN DE CREAR UNA NUEVA TEOLOGÍA

          Al rechazar la teología de Santo Tomas, recomendada insistentemente por el Magisterio de la Iglesia, se han de inventar nuevas teologías, apoyadas por falsas filosofías, como por ejemplo en el historicismo, evolucionismo y en el existencialismo. Sabido es como Pío XII en la «Humanis Generis», ha condenado todas estas tendencias peligrosas de la nueva teología. 

           Pero el progresismo no hace caso de las advertencias de los Papas. Otra desviación grave del progresismo, es el rechazo y la disminución que hace la autoridad del Papa y de la Curia romana, rechazando el magisterio ordinario de la Iglesia; en este punto los progresistas formulan las afirmaciones mas pintorescas. Para ellos, cuando muere un Papa, pierden valor todas las verdades por el enseñadas. Este error es tanto mas grave cuanto es conocido que las enseñanzas de los Papas giran alrededor de la Revelación y del orden filosófico natural que guardan un valor permanente; por ello es que los Papas en sus documentos invocan doctrinas del Magisterio anterior de sus predecesores. 

LOS MODERNISTAS ODIAN A PÍO XII

          La campaña de desprecio del Magisterio de la Iglesia va acompañada asimismo de una campaña contra la persona de grandes Pontífices, como por ejemplo de Pío XII. No se le perdona a este Papa que haya promulgado en 1950 la «Humanis Generis» contra las desviaciones de la nueva teología; tampoco se le perdona que haya condenado el movimiento de los «pretres ovrieries» y haya puesto termino a los desmanes de algunos teólogos dominicos, ni haya canonizado a San Pío X.

LOS MODERNISTAS NIEGAN EL PECADO Y EL INFIERNO Y ABOGAN POR LA LIBERTAD RELIGIOSA

          Los progresistas, renovando los errores del pelagianismo, están también llevados a negar o oscurecer la noción de pecado y de infierno. Fundándose en tesis del psicoanálisis y de la psicología profunda, se ven movidos a negar la malicia y la responsabilidad del pecado, sobretodo los pecados sexuales.

         En la vida espiritual, hay en los progresistas un empeño en suprimir el esfuerzo de los actos y de las practicas individuales en beneficio de una piedad exclusivamente comunitaria. En estos errores, suelen incurrir los progresistas de un liturgismo comunitario exagerado.

          Habría que señalar también los errores y desviaciones de un personalismo peligroso que lleva a formular la tesis de la libertad religiosa como la de un derecho a la profesión publica de cualquier error y que elabora toda una moral individualista o de la situación.




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