martes, 31 de mayo de 2022

LOS TRECE MARTES DE SAN ANTONIO. Duodécimo Martes

           



            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 

            En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN


            Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

            Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL


            Postrado a tus pies, oh amantísimo protector mío San Antonio, te ofrezco el piadoso ejercicio que voy a practicar para que me alcances del Señor el perdón de mis pecados, las virtudes propias de mi estado, la perseverancia final y la gracia especial que solicito con esta devoción. Más si ésta no me conviniese, obtenme conformidad con la Voluntad de Dios. Amén.


MARTES 12º: LA CASTIDAD

            ¡Oh, lirio de pureza, San Antonio! Tened compasión de mí, para que, a pesar de las dificultades que me rodean, guarde la castidad según mi estado y logre ver a Dios en el Cielo.     

A continuación rezamos un Padrenuestro
un Avemaría y un Gloria. Luego, terminamos 
rezando el tradicional Responsorio de San Antonio...




Y terminamos este ejercicio piadoso signándonos 
en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



MARÍA REINA INMACULADA, Emperatriz del Universo

  

La Beatísima Virgen ha de ser proclamada Reina 
no tan sólo por Su Divina Maternidad, sino también 
en razón de la parte singular que por 
Voluntad de Dios tuvo en la Obra 
de nuestra eterna salvación...

Papa Pío XII



            Nuestra Señora Reina es un título que expresa el siguiente hecho. Siendo Ella Madre de la Segunda Persona de la Santísima Trinidad y Esposa de la Tercera Persona, Dios, para honrarla, le dio el imperio sobre el universo: todos los Ángeles, todos los Santos, todos los hombres vivos, todas las almas del Purgatorio, todos los réprobos del Infierno y todos los demonios obedecen a la Santísima Virgen. De suerte que hay una mediación de poder, y no apenas de gracia, por la cual Dios ejecuta todas sus obras y realiza todas sus voluntades por intermedio de su Madre.

             María no es apenas el canal por donde el imperio de Dios pasa, sino es también la Reina que decide por una voluntad propia, consonante a los designios del Rey. Nuestra Señora es una obra-prima de lo que podríamos llamar la habilidad de Dios para tener misericordia en relación a los hombres...

             San Luis Grignión de Montfort hace referencia a esa linda invocación que es Nuestra Señora Reina de los Corazones. Como corazón se entiende, en el lenguaje de las Sagradas Escrituras, la mentalidad del hombre, sobre todo su voluntad y sus designios.

             Nuestra Señora es Reina de los corazones como teniendo un poder sobre la mente y la voluntad de los hombres. Este imperio, María lo ejerce, no por una imposición tiránica, sino por la acción de la gracia, en virtud de la cual Ella puede liberar a los hombres de sus defectos y atraerlos, con soberano agrado y particular dulzura, para el bien que Ella les desea.

             Ese poder de Nuestra Señora sobre las almas nos revela cuán admirable es su omnipotencia suplicante, que todo obtiene de la misericordia divina. ¡Tan augusto es este dominio sobre todos los corazones, que él representa incomparablemente más que ser Soberana de todos los mares, de todas las vías terrestres, de todos los astros del cielo, tal es el valor de un alma, aunque sea la del último de los hombres! 

             Vale notar, sin embargo, que la voluntad (esto es, el corazón) del hombre moderno, con alabables excepciones, es dominada por la revolución. Aquellos, por tanto, que quieren escapar de ese yugo, deben unirse al Corazón por excelencia contra-revolucionario, al Corazón de mera criatura en el cual, abajo del Sagrado Corazón de Jesús, reside la Contra-Revolución; al Sapiencial e Inmaculado Corazón de María.

             Hagamos, entonces, a Nuestra Señora este pedido: "Mi Madre, sois Reina de todas las almas, incluso de las más duras y empedernidas que quieran abrirse a Vos. Os suplico, pues: sed Soberana de mi alma; quebrad las rocas interiores de mi espíritu y las resistencias abyectas del fondo de mi corazón. Disolved, por un acto de vuestro imperio, mis pasiones desordenadas, mis voliciones pésimas, y el residuo de mis pecados pasados que en mí puedan haber quedado. Limpiadme, oh mi Madre, a fin de que yo sea enteramente vuestro".


Doctor Plinio Corrêa de Oliveira



MES DE MARÍA NUESTRA SANTA MADRE. Día 31

                            



INICIO


               Busquemos unos minutos de silencio para honrar a Nuestra Madre; que esta ausencia de ruido no solo sea exterior, sino sobre todo, interior, dejando atrás los pensamientos que conciernen a las preocupaciones cotidianas. 

               Será muy fácil recogernos interiormente si probamos a olvidar lo que tenemos pendiente de resolver o conseguir, si somos capaces de entender que la Virgen, Nuestra Madre, se ocupará mejor de nuestros asuntos que nosotros... para ello, solo tenemos que abrazarnos confiados a esta Reina de Misericordia, que nos proveerá, no de todo cuanto le solicitamos, sino lo que más nos conviene para la salvación del alma. 

               Puestos en presencia de Dios y de Nuestra Santa Madre, comenzamos:


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONSAGRACIÓN PERSONAL

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
Madre de Bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.


MEDITACIÓN PARA EL DÍA 31



Medita por unos minutos el texto que acabas de leer
y a continuación, con el alma y los ojos puestos 
en Nuestra Santa Madre, reza despacio y con devoción






 ORACIÓN FINAL

               ¡Inmaculada Virgen y Madre mía Santísima!. A Ti, que eres la “Madre de mi Señor”, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza y el Refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más necesitado de todos.

               Te alabo, Madre de Dios y te agradezco todas las gracias que hasta ahora me has hecho, especialmente la de haberme librado del Infierno que tantas veces he merecido. Te amo, Señora y Madre mía, y por el amor que te tengo te prometo servirte siempre y hacer todo lo posible para que seas también amada de los demás. En Ti pongo mi esperanza y mi eterna salvación.

               Madre de Misericordia, acéptame por Tu hijo y acógeme bajo Tu Manto, y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de las tentaciones y dame fuerza para vencerlas hasta la muerte.

               Te pido el verdadero Amor a Jesucristo. De Ti espero la gracia de una buena muerte. Madre mía, por el amor que tienes a Dios, te ruego que siempre me ayudes, pero mucho más en el último momento de mi vida. No me desampares mientras no me veas a Tu lado en el Cielo, bendiciéndote y cantando Tus misericordias por toda la Eternidad. Así sea.

Y terminándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + 
y del Espíritu Santo. Amén.



INDULGENCIAS 
que podemos lucrar en el Mes de Mayo 
y aplicar a las Almas del Purgatorio


               Una INDULGENCIA PLENARIA a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de Mayo, el mismo día de la Comunión, por los Fieles Católicos que todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen María, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos de virtud.

               Una INDULGENCIA PARCIAL de 300 días para cada día del mes en que se haya rendido a María Nuestra Señora un homenaje público o particular. Estas indulgencias fueron concedidas por el Papa Pío VII, el 21 de Marzo de 1815 y del 18 de Junio de 1822, respectivamente.



lunes, 30 de mayo de 2022

PARA ALIVIAR UN POCO MI HAMBRE DE ALMAS



               Después de la Comunión. Él: "Ofréceme al Padre para reparar la malicia de tu vida. Toda alma es en la vida la que ha hecho el mal, o la que ha hecho el bien, o la que no ha hecho ni el bien ni el mal, pero sin estar sujeta a Mí. Repara entonces, ahora que Me posees en tu corazón, todo lo que en el pasado fue defectuoso. En tu propio pasado y en el del prójimo. Yo Soy el Reparador infinito. Y si tú tienes hambre dentro de estas restricciones, une tu hambre a la que Yo pasé en el desierto, para aliviar un poco Mi Hambre de almas."

14 de Mayo 1941    


De los escritos de la mística Gabrielle Bossis "Él y yo", 
con el imprimatur en 1957 de Monseñor Jacques Le Cordier, 
Obispo auxiliar de París; también del Obispo de Nantes, 
Monseñor Villepellet y además del entonces Obispo Auxiliar 
y Vicario General de la Arquidiócesis de México, 
Monseñor Francisco Orozco



MES DE MARÍA NUESTRA SANTA MADRE. Día 30

                           



INICIO


               Busquemos unos minutos de silencio para honrar a Nuestra Madre; que esta ausencia de ruido no solo sea exterior, sino sobre todo, interior, dejando atrás los pensamientos que conciernen a las preocupaciones cotidianas. 

               Será muy fácil recogernos interiormente si probamos a olvidar lo que tenemos pendiente de resolver o conseguir, si somos capaces de entender que la Virgen, Nuestra Madre, se ocupará mejor de nuestros asuntos que nosotros... para ello, solo tenemos que abrazarnos confiados a esta Reina de Misericordia, que nos proveerá, no de todo cuanto le solicitamos, sino lo que más nos conviene para la salvación del alma. 

               Puestos en presencia de Dios y de Nuestra Santa Madre, comenzamos:


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONSAGRACIÓN PERSONAL

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
Madre de Bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.


MEDITACIÓN PARA EL DÍA 30




Medita por unos minutos el texto que acabas de leer
y a continuación, con el alma y los ojos puestos 
en Nuestra Santa Madre, reza despacio y con devoción






 ORACIÓN FINAL

               ¡Inmaculada Virgen y Madre mía Santísima!. A Ti, que eres la “Madre de mi Señor”, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza y el Refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más necesitado de todos.

               Te alabo, Madre de Dios y te agradezco todas las gracias que hasta ahora me has hecho, especialmente la de haberme librado del Infierno que tantas veces he merecido. Te amo, Señora y Madre mía, y por el amor que te tengo te prometo servirte siempre y hacer todo lo posible para que seas también amada de los demás. En Ti pongo mi esperanza y mi eterna salvación.

               Madre de Misericordia, acéptame por Tu hijo y acógeme bajo Tu Manto, y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de las tentaciones y dame fuerza para vencerlas hasta la muerte.

               Te pido el verdadero Amor a Jesucristo. De Ti espero la gracia de una buena muerte. Madre mía, por el amor que tienes a Dios, te ruego que siempre me ayudes, pero mucho más en el último momento de mi vida. No me desampares mientras no me veas a Tu lado en el Cielo, bendiciéndote y cantando Tus misericordias por toda la Eternidad. Así sea.

Y terminándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + 
y del Espíritu Santo. Amén.



INDULGENCIAS 
que podemos lucrar en el Mes de Mayo 
y aplicar a las Almas del Purgatorio


               Una INDULGENCIA PLENARIA a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de Mayo, el mismo día de la Comunión, por los Fieles Católicos que todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen María, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos de virtud.

               Una INDULGENCIA PARCIAL de 300 días para cada día del mes en que se haya rendido a María Nuestra Señora un homenaje público o particular. Estas indulgencias fueron concedidas por el Papa Pío VII, el 21 de Marzo de 1815 y del 18 de Junio de 1822, respectivamente.



domingo, 29 de mayo de 2022

SANTA MARÍA MAGDALENA DE PAZZIS, la Noble Terciaria Carmelita

 



INFANCIA

             Nació en Florencia (Italia) el 2 de Abril de 1566, de padres nobles, Camilo de Gen de Pazzi y Magdalena María Buendelmonto.

             Fue bautizada al día siguiente de su nacimiento y le fue impuesto el nombre de Catalina.

              El 25 de Marzo de 1576 hizo su Primera Comunión y el 19 de Abril 1576 hizo a Dios Voto de Virginidad. El 30 de Noviembre 1578 tuvo el primer éxtasis en presencia de su madre. A este le seguirán tantos que merecerá el sobrenombre de "la extática" por excelencia.

             A los 8 años estuvo internada un tiempo en el Monasterio de la Damas de San Giovannino, y a los 14 volvió al mismo Monasterio con la condición de que pudiera comulgar todos los días festivos, cosa insólita en aquellos tiempos.

ENTRA EN EL CARMELO

             El 14 de Agosto de 1582 entró de prueba en el monasterio de las Carmelitas de Santa María de los Ángeles, para conocer la Regla y ver si ésta podía responder a la llamada divina y a su particular inclinación; se decidió por este monasterio, a lo cual le ayudó también el hecho de que las Carmelitas, por concesión excepcional, podían comulgar diariamente.

             El 1 de Diciembre de 1582, sábado anterior al primer Domingo de Adviento, traspasó Catalina para siempre los umbrales de la clausura y entró a formar parte de la Comunidad el las Carmelitas de Santa María de los Ángeles, en calidad de Terciaria.

             El 3 de Enero de 1583 vistió el hábito Carmelita, dando comienzo fervorosamente a su año de noviciado.

ÉXTASIS DIARIOS

             A primeros de Marzo de 1584 se le manifestó una misteriosa enfermedad que los médicos declararon incurable. La Priora y Maestra resolvieron que hiciera la profesión de sus votos y la hizo, llena de gozo, el 27 de Mayo 1584, fiesta de la Santísima Trinidad. La hizo "sobre una camilla acomodada delante del Altar de la Virgen".

            Desde aquel momento comenzó un período sorprendente de éxtasis todos los días, después de la Comunión, quedaba extática por espacio de dos o tres horas.

             En ocasiones tuvo nuevos y repetidos excesos de amor a lo largo del día, mientras los favores divinos se renovaban.

DESPOSORIO MÍSTICO Y ESTIGMAS

             Quedó curada el 16 de Julio y el 24  de Marzo de 1585, vigilia de la Anunciación, San Agustín le escribió en el corazón las palabras "Verbum caro factum est". El 15 de Abril le fueron impresos para siempre en el alma los estigmas invisibles. El 28 del mismo mes recibió de Jesús el anillo que sellaba su Místico Desposorio con Él.

              El 16 de Junio, fiesta de la Santísima Trinidad, comenzó la gran prueba llamada "lago de leones", que iba a durar cinco años.

             Fue llamada en estos años a la ardua empresa de la "renovación de la Iglesia y particularmente de los religiosos". Le repugnaba el hacerlo, pero fue preciso obedecer. Por esta razón escribió algunas cartas, mientras estaba arrobada su mente, al Sumo Pontífice y a otros Prelados y Siervos de Dios, hablándoles de renovación.

             El 24 de Agosto de 1590 murió su madre y la vio "en las penas del Purgatorio alegre y contenta".



AMAR AL AMOR

            El 3 de Mayo, también de 1592, año en que le confiaron el oficio de sacristana, tuvo un gran arrebato de amor: corría por el Monasterio y tocaba la campana llamando a todas las almas "a amar al Amor". El 1 de Mayo de 1595 pidió al Señor el "desnudo padecer'.

            El 1595 fue elegida Maestra de las jóvenes y tres años después de las novicias, con las que trabajó con toda su alma para formarías a imagen de Jesucristo.

            El 24 de Junio de 1604, en un rapto que le duró todo el día, terminaron los éxtasis y comenzó el período del "desnudo padecer" que se prolongó hasta su muerte.

CAMINO DEL CIELO

             El 13 de Mayo de 1607, Magdalena recibió la extremaunción. A las ocho de la mañana del viernes 25 de Mayo entró en agonía, y a las dos de la tarde murió. Junto a su lecho, sus hermanas religiosas rezaron el Símbolo de San Atanasio, o sea, la profesión de fe en la Santísima Trinidad, el mismo Símbolo que había hecho extasiarse a la Santa desde los primeros años de su vida.

             Al año de su muerte se abrió su sepulcro y su cuerpo apareció fresco, entero y flexible.

            Fue beatificada en 1626 por el Papa Urbano VIII y Clemente IX, la canonizó el 28 de Abril de 1669.



MES DE MARÍA NUESTRA SANTA MADRE. Día 29

                          



INICIO


               Busquemos unos minutos de silencio para honrar a Nuestra Madre; que esta ausencia de ruido no solo sea exterior, sino sobre todo, interior, dejando atrás los pensamientos que conciernen a las preocupaciones cotidianas. 

               Será muy fácil recogernos interiormente si probamos a olvidar lo que tenemos pendiente de resolver o conseguir, si somos capaces de entender que la Virgen, Nuestra Madre, se ocupará mejor de nuestros asuntos que nosotros... para ello, solo tenemos que abrazarnos confiados a esta Reina de Misericordia, que nos proveerá, no de todo cuanto le solicitamos, sino lo que más nos conviene para la salvación del alma. 

               Puestos en presencia de Dios y de Nuestra Santa Madre, comenzamos:


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONSAGRACIÓN PERSONAL

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
Madre de Bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.


MEDITACIÓN PARA EL DÍA 29




Medita por unos minutos el texto que acabas de leer
y a continuación, con el alma y los ojos puestos 
en Nuestra Santa Madre, reza despacio y con devoción






 ORACIÓN FINAL

               ¡Inmaculada Virgen y Madre mía Santísima!. A Ti, que eres la “Madre de mi Señor”, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza y el Refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más necesitado de todos.

               Te alabo, Madre de Dios y te agradezco todas las gracias que hasta ahora me has hecho, especialmente la de haberme librado del Infierno que tantas veces he merecido. Te amo, Señora y Madre mía, y por el amor que te tengo te prometo servirte siempre y hacer todo lo posible para que seas también amada de los demás. En Ti pongo mi esperanza y mi eterna salvación.

               Madre de Misericordia, acéptame por Tu hijo y acógeme bajo Tu Manto, y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de las tentaciones y dame fuerza para vencerlas hasta la muerte.

               Te pido el verdadero Amor a Jesucristo. De Ti espero la gracia de una buena muerte. Madre mía, por el amor que tienes a Dios, te ruego que siempre me ayudes, pero mucho más en el último momento de mi vida. No me desampares mientras no me veas a Tu lado en el Cielo, bendiciéndote y cantando Tus misericordias por toda la Eternidad. Así sea.

Y terminándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + 
y del Espíritu Santo. Amén.



INDULGENCIAS 
que podemos lucrar en el Mes de Mayo 
y aplicar a las Almas del Purgatorio


               Una INDULGENCIA PLENARIA a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de Mayo, el mismo día de la Comunión, por los Fieles Católicos que todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen María, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos de virtud.

               Una INDULGENCIA PARCIAL de 300 días para cada día del mes en que se haya rendido a María Nuestra Señora un homenaje público o particular. Estas indulgencias fueron concedidas por el Papa Pío VII, el 21 de Marzo de 1815 y del 18 de Junio de 1822, respectivamente.



sábado, 28 de mayo de 2022

ME ARROJO EN VUESTRO CORAZÓN. Último Sábado del Mes de María

 




               La gracia perfecciona a la naturaleza, y la gloria, a la gracia. Es cierto, por tanto, que Nuestro Señor es todavía en el Cielo Hijo de María, como lo fue en la tierra, y, por consiguiente, conserva para con Ella la sumisión y obediencia del mejor de todos los hijos para con la mejor de todas las madres. No veamos, sin embargo, en esta dependencia ningún desdoro o imperfección en Jesucristo. 

               María es infinitamente inferior a Su Hijo, que es Dios. Y por ello no le manda, como haría una madre a su hijo aquí abajo, que es inferior a ella. María, toda transformada en Dios por la gracia y la gloria –que transforma en Él a todos los Santos–, no pide, quiere, ni hace nada que sea contrario a la eterna e inmutable Voluntad de Dios. 

               Por tanto, cuando leemos en San Bernardo, San Buenaventura, San Bernardino y otros que en el Cielo y en la tierra todo –inclusive el mismo Dios– está sometido a la Santísima Virgen, quieren decir que la Autoridad que Dios le confiere es tan grande que parece como si tuviera el mismo Poder que Dios, y que sus plegarias y súplicas son tan poderosas ante Dios, que valen como mandatos ante la Divina Majestad. La cual no desoye jamás las súplicas de Su querida Madre, porque son siempre humildes y conformes con la Voluntad Divina. 

               Si Moisés, con la fuerza de su plegaria, contuvo la Cólera divina contra los israelitas en forma tan eficaz que el Señor, Altísimo e infinitamente Misericordioso, no pudiendo resistirle, le pidió que le dejase encolerizarse y castigar a ese pueblo rebelde (Ver Libro del Éxodo, cap. 32, vers. 10), ¿qué debemos pensar –con mayor razón– de los ruegos de la humilde María, la digna Madre de Dios, que son más poderosos delante de Su Majestad que las súplicas e intercesiones de todos los Ángeles y Santos del Cielo y de la tierra?  


San Luis María Grignión de Montfort
Tratado de la Verdadera Devoción, nº 27




MES DE MARÍA NUESTRA SANTA MADRE. Día 28

                         



INICIO


               Busquemos unos minutos de silencio para honrar a Nuestra Madre; que esta ausencia de ruido no solo sea exterior, sino sobre todo, interior, dejando atrás los pensamientos que conciernen a las preocupaciones cotidianas. 

               Será muy fácil recogernos interiormente si probamos a olvidar lo que tenemos pendiente de resolver o conseguir, si somos capaces de entender que la Virgen, Nuestra Madre, se ocupará mejor de nuestros asuntos que nosotros... para ello, solo tenemos que abrazarnos confiados a esta Reina de Misericordia, que nos proveerá, no de todo cuanto le solicitamos, sino lo que más nos conviene para la salvación del alma. 

               Puestos en presencia de Dios y de Nuestra Santa Madre, comenzamos:


Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos, Señor, Dios nuestro + 
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONSAGRACIÓN PERSONAL

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me ofrezco enteramente a Vos y,
en prueba de mi filial afecto,
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
Madre de Bondad,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra.
Amén.


MEDITACIÓN PARA EL DÍA 28




Medita por unos minutos el texto que acabas de leer
y a continuación, con el alma y los ojos puestos 
en Nuestra Santa Madre, reza despacio y con devoción






 ORACIÓN FINAL

               ¡Inmaculada Virgen y Madre mía Santísima!. A Ti, que eres la “Madre de mi Señor”, la Reina del mundo, la Abogada, la Esperanza y el Refugio de los pecadores, acudo en este día yo, que soy el más necesitado de todos.

               Te alabo, Madre de Dios y te agradezco todas las gracias que hasta ahora me has hecho, especialmente la de haberme librado del Infierno que tantas veces he merecido. Te amo, Señora y Madre mía, y por el amor que te tengo te prometo servirte siempre y hacer todo lo posible para que seas también amada de los demás. En Ti pongo mi esperanza y mi eterna salvación.

               Madre de Misericordia, acéptame por Tu hijo y acógeme bajo Tu Manto, y ya que eres tan poderosa ante Dios, líbrame de las tentaciones y dame fuerza para vencerlas hasta la muerte.

               Te pido el verdadero Amor a Jesucristo. De Ti espero la gracia de una buena muerte. Madre mía, por el amor que tienes a Dios, te ruego que siempre me ayudes, pero mucho más en el último momento de mi vida. No me desampares mientras no me veas a Tu lado en el Cielo, bendiciéndote y cantando Tus misericordias por toda la Eternidad. Así sea.

Y terminándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + 
y del Espíritu Santo. Amén.



INDULGENCIAS 
que podemos lucrar en el Mes de Mayo 
y aplicar a las Almas del Purgatorio


               Una INDULGENCIA PLENARIA a perpetuidad, a ser ganada una vez en el mes de Mayo, el mismo día de la Comunión, por los Fieles Católicos que todos los días de este mes, honren especialmente a la Santísima Virgen María, sea en público, sea en privado, mediante homenajes, ejercicios piadosos o actos de virtud.

               Una INDULGENCIA PARCIAL de 300 días para cada día del mes en que se haya rendido a María Nuestra Señora un homenaje público o particular. Estas indulgencias fueron concedidas por el Papa Pío VII, el 21 de Marzo de 1815 y del 18 de Junio de 1822, respectivamente.



viernes, 27 de mayo de 2022

LAS HORAS DE LA PASIÓN, de las Revelaciones de Luisa Picarretta. DÉCIMOSEXTA HORA

              

"...quien piensa siempre en Mi Pasión 
forma en su corazón una fuente, 
y por cuanto más piensa tanto más 
esta fuente sea grande, y como las aguas 
que brotan son comunes a todos, 
esta fuente de Mi Pasión que se forma 
en el corazón sirve para el bien del alma, 
para gloria Mía y para bien de las criaturas." 


Revelación de Nuestro Señor a Luisa Picarretta, 
el 10 Abril de 1913


Preparación antes de la Meditación 


               Oh Señor mío Jesucristo, postrado ante Tu divina presencia suplico a Tu amorosísimo Corazón que quieras admitirme a la dolorosa meditación de las Veinticuatro Horas en las que por nuestro amor quisiste padecer, tanto en Tu Cuerpo adorable como en Tu Alma Santísima, hasta la muerte de Cruz. 

               Ah, dame Tu ayuda, Gracia, Amor, profunda compasión y entendimiento de Tus padecimientos mientras medito ahora la Hora...(primera, segunda, etc) y por las que no puedo meditar te ofrezco la voluntad que tengo de meditarlas, y quiero en mi intención meditarlas durante las horas en que estoy obligado dedicarme a mis deberes o a dormir. 

               Acepta, oh misericordioso Señor, mi amorosa intención y haz que sea de provecho para mí y para muchos, como si en efecto hiciera santamente todo lo que deseo practicar. 

               Gracias te doy, oh mi Jesús, por llamarme a la unión Contigo por medio de la oración. Y para agradecerte mejor, tomo Tus pensamientos, Tu lengua, Tu corazón y con éstos quiero orar, fundiéndome todo en Tu Voluntad y en Tu amor, y extendiendo mis brazos para abrazarte y apoyando mi cabeza en Tu Corazón empiezo...




DE LAS 8 A LA 9 DE LA MAÑANA 

DÉCIMOSEXTA HORA 

Jesús de nuevo ante Pilatos. 
Es pospuesto a Barrabás.
Jesús es flagelado


                 Atormentado Jesús mío, mi pobre corazón atormentado te sigue entre angustias y penas, y viéndote vestido de loco y sabiendo quién eres Tú, Sabiduría infinita, que das a todos el juicio, me siento enloquecer y exclamo: ¿Cómo? ¿Jesús... loco? ¿Jesús... malhechor? ¡Y ahora vas a ser pospuesto a un gran malhechor: a Barrabás! 

               Jesús mío, Santidad infinita, ya te encuentras otra vez ante Pilatos, y éste, al verte tan malamente reducido y vestido de loco, y sabiendo que tampoco Herodes te ha condenado, se indigna aún más contra los judíos y más se convence de Tu inocencia y confirma que no quiere condenarte, pero queriendo contentar en algo a los judíos, y como para aplacar el odio, el furor, la rabia y la sed que tienen de Tu Sangre, te propone a ellos junto con Barrabás... Pero los judíos gritan: “¡No queremos libre a Jesús, sino a Barrabás!” Entonces Pilatos, no sabiendo ya qué hacer para calmarlos, te condena a la flagelación. 

              Despreciado Jesús mío, el corazón se me hace pedazos al ver que mientras que los judíos se ocupan de Ti para hacerte morir, Tú, concentrado en Ti mismo, piensas en dar la vida por todos la Vida... Y poniendo yo atención en mis oídos, te oigo que dices: “Padre Santo, mira a Tu hijo vestido de loco... Esto te repare por la locura de tantas criaturas caídas en el pecado. Esta vestidura blanca sea en tu presencia como la disculpa por tantas almas que se visten con la lúgubre vestidura de la culpa... ¿Ves, oh Padre, el odio, el furor, la rabia que tienen contra Mí, que les hace perder casi la luz de la razón? ¿Ves la sed que tienen de Mi Sangre? Pues Yo quiero repararte por todos los odios, las venganzas, las iras, los homicidios, e impetrar para todos la luz de la razón. Mírame de nuevo, Padre mío. ¿Puede haber un insulto mayor? Me han pospuesto al gran malhechor... Y Yo quiero repararte por las posposiciones que se hacen... ¡Ah, todo el mundo está lleno de estas posposiciones! Hay quien nos pospone a un vil interés; quien, a los honores; quien, a las vanidades; quien, a los placeres, a los apegos, a las dignidades, a comilonas y embriagueces y hasta al mismo pecado; y todas las criaturas por unanimidad e incluso hasta en la más pequeña cosa, nos posponen... Y Yo estoy dispuesto a aceptar ser pospuesto a Barrabás para reparar por las posposiciones que nos hacen las criaturas.”

               Jesús mío, me siento morir de dolor y de confusión al ver Tu grande Amor en medio de tantas penas, al ver el heroísmo de tus actitudes en medio de tantas penas e insultos... Tus palabras, Tus reparaciones, repercuten en mi corazón y forman otras tantas heridas, y en mi amargura repito Tus plegarias y Tus reparaciones... y ni siquiera un instante puedo separarme de Ti, de lo contrario, se me escaparían muchas cosas de todo lo que haces Tú... Pero ahora, ¿qué veo? Los soldados te llevan a una columna para flagelarte. Amor mío, yo te sigo; y Tú, con Tu mirada de amor mírame y dame la fuerza para asistir a Tu dolorosa flagelación... 

               Purísimo Jesús mío, ya estás junto a la columna. Los soldados, con ferocidad te sueltan para atarte a la columna, pero no les es suficiente, te despojan de Tus vestiduras para hacer cruel carnicería de Tu Santísimo Cuerpo... Amor mío y vida mía, me siento desfallecer de dolor viéndote casi desnudo. Te estremeces de pies a cabeza y Tu Santísimo Rostro se tiñe de virginal pudor, y es tan grande Tu confusión y Tu agotamiento que no sosteniéndote en pie, estás a punto de desplomarte a los pies de la columna... Pero los soldados, sosteniéndote, no por ayudarte sino para poderte atar, no dejan que caigas... Ya toman las sogas y te atan los brazos, pero con tanta fuerza que en seguida se hinchan y de los dedos te brota sangre. Después, en torno a la columna pasan sogas que sujetan Tu Santísima Persona hasta los pies, tan apretadamente que no puedes ni siquiera hacer un movimiento... y así poder ellos desenfrenarse sobre Ti libremente.

               Despojado Jesús mío, permíteme que me desahogue, pues de lo contrario no podré continuar viéndote sufrir tanto... ¿Cómo? Tú, que vistes a todas las cosas creadas, al sol de la luz, al cielo de estrellas, a las plantas de hojas y de flores y a los pajarillos de plumas... Tú, ¿desnudo? ¡Qué osadía, qué atrevimiento! Pero mi amantísimo Jesús, con la luz que irradia de Sus ojos, me dice: “Calla, oh hija. Era necesario que Yo fuese desnudado para reparar por tantos que se despojan de todo pudor, de candor y de inocencia; que se desnudan de todo bien y virtud y de Mi Gracia, y se visten de toda brutalidad, viviendo a la manera de las bestias. En Mi virginal confusión quise reparar por tantas deshonestidades y lascivias y placeres bestiales... Pero sigue atenta a todo lo que hago, ora y repara Conmigo y... cálmate.” 

               Despojado Jesús, Tu Amor pasa de exceso en exceso. Veo que los verdugos toman los flagelos y te azotan sin piedad, tanto, que todo Tu Santísimo Cuerpo queda lívido; y con tanta ferocidad y furor te golpean que están ya cansados, pero otros dos verdugos los sustituyen... toman otros flagelos y te azotan tanto que en seguida comienza a chorrear sangre de Tu Santísimo Cuerpo a torrentes... y lo continúan golpeando todo, abriendo surcos... haciéndolo todo una llaga. Pero aún no les basta, otros dos continúan, y con nuevos flagelos más agudos y pesados prosiguen la dolorosa carnicería. A los primeros golpes esas carnes llagadas se desgarran y a pedazos caen por tierra; los huesos quedan al descubierto y la sangre chorrea y cae al suelo formando un verdadero lago en torno a la columna... 

               Jesús, flagelado amor mío, mientras te encuentras bajo esta tempestad de golpes me abrazo a Tus pies para poder tomar parte en Tus penas y quedar toda cubierta con Tu Preciosísima Sangre. Y cada golpe que recibes es una nueva herida para mi corazón, y mucho más, pues poniendo atención en mis oídos, percibo Tus ahogados gemidos, los cuales no se escuchan bien porque la tempestad de golpes ensordece el ambiente, y en esos gemidos oigo que dices: “Vosotros, todos los que me amáis, venid a aprender del heroísmo del verdadero amor; venid a saciar en Mi Sangre la sed de vuestras pasiones, la sed de tantas ambiciones, de tantos deseos de placeres... de tanta sensualidad. En esta Sangre Mía hallaréis el remedio para todos vuestros males.” 

               Y con Tus gemidos continúas: “Mírame, oh Padre, hecho todo una llaga bajo esta tempestad de golpes, pero no me basta, pues quiero formar en Mi Cuerpo tantas llagas que en el Cielo de mi Humanidad sean suficientes moradas para todas las almas, de modo que conforme en Mí mismo su salvación, para hacerlos pasar luego al Cielo de la Divinidad... Padre mío, cada golpe de flagelo repare ante Ti, una por una, cada especie de pecado, y al golpearme a Mí, sean excusa para quienes los cometen... Que estos golpes golpeen los corazones de las criaturas y les hablen de Mi amor por ellas, tanto que las fuercen a rendirse a Mí.”

               Y mientras así dices, es tan grande Tu Amor que incitas casi a los verdugos a que te azoten aún más. Descarnado Jesús mío, Tu Amor me aplasta y me siento enloquecer. Y aunque Tu Amor no está cansado, los verdugos no tienen. Ya más fuerzas y no pueden proseguir tan dolorosa carnicería... Te sueltan las cuerdas, y Tú, casi muerto, caes en Tu propia Sangre. Y al ver los pedazos de Tus Carnes te sientes morir de dolor, pues ves en esas carnes arrancadas de Ti a las almas perdidas... y es tan inmenso Tu Dolor que agonizas en Tu propia Sangre. Jesús mío, déjame que te tome entre mis brazos para restaurarte un poco con mi amor. Te beso, y con mi beso encierro a todas las almas en Ti; así ninguna se perderá... Y mientras tanto, Tú me bendices...

               


Ofrecimiento después de Cada Hora

 

                Amable Jesús mío, Tú me has llamado en esta Hora de Tu Pasión a hacerte compañía y yo he venido. Me parecía sentirte angustiado y doliente que orabas, que reparabas y sufrías y que con las palabras más elocuentes y conmovedoras suplicabas la salvación de las almas. He tratado de seguirte en todo, y ahora, teniendo que dejarte por mis habituales obligaciones, siento el deber de decirte: “Gracias” y “Te Bendigo”. Sí, oh Jesús!, gracias te repito mil y mil veces y Te bendigo por todo lo que has hecho y padecido por mí y por todos...

               Gracias y Te bendigo por cada gota de Sangre que has derramado, por cada respiro, por cada latido, por cada paso, palabra y mirada, por cada amargura y ofensa que has soportado. En todo, oh Jesús mío, quiero besarte con un “Gracias” y un “Te bendigo”. 

               Ah Jesús, haz que todo mi ser Te envíe un flujo continuo de gratitud y de bendiciones, de manera que atraiga sobre mí y sobre todos el flujo continuo de Tus bendiciones y de Tus gracias...

               Ah Jesús, estréchame a Tu Corazón y con tus manos santísimas séllame todas las partículas de mi ser con un “Te Bendigo” Tuyo, para hacer que no pueda salir de mí otra cosa sino un himno de amor continuo hacia Ti. 

               Dulce Amor mío, debiendo atender a mis ocupaciones, me quedo en Tu Corazón. Temo salir de Él, pero Tú me mantendrás en Él, ¿no es cierto? Nuestros latidos se tocarán sin cesar, de manera que me darás vida, amor y estrecha e inseparable unión Contigo. 

               Ah, te ruego, dulce Jesús mío, si ves que alguna vez estoy por dejarte, que Tus latidos se sientan más fuertemente en los míos, que tus manos me estrechen más fuertemente a Tu Corazón, que Tus ojos me miren y me lancen saetas de fuego, para que sintiéndote, me deje atraer a la mayor unión Contigo. Oh Jesús mío!, mantente en guardia para que no me aleje de Ti. Ah bésame, abrázame, bendíceme y haz junto conmigo lo que debo ahora hacer... 


LAS HORAS DE LA PASIÓN cuenta con aprobación eclesiástica:
Imprimatur dado en el año 1915 por Mons. Giuseppe María Leo,
Arzobispo de Trani-Barletta-Bisciglie, y con Nihil Obstat 
del Canónigo Aníbal María de Francia