"Reviste, sí, la forma externa de una guerra civil,
pero en realidad es una Cruzada. Fue una sublevación,
pero no para perturbar, sino para restablecer el orden [...]
Ya no se ha tratado de una guerra civil, sino de una Cruzada
por la Religión y por la Patria y por la Civilización"
Enrique Plá y Deniel, Obispo de Salamanca
"Las dos Ciudades", 30 de Septiembre de 1936
La Iglesia Católica en España aunó fuerzas en el Alzamiento Nacional del 18 de Julio de 1936. El mismo Romano Pontífice de entonces, el Papa Pío XI, bendijo y animó a los españoles que se levantaron contra el pérfido Gobierno de la República:
"Nuestra Bendición se dirige, de manera especial, a los que se han asumido la peligrosa tarea de defender y restaurar los Derechos y el Honor de Dios y de la Religión, que es como decir los derechos y la dignidad de las conciencias , condición antes y la más sólida de todo bienestar humano y civil".
La neo-iglesia que surgió después del Concilio Vaticano II, reniega de todo aquello cobardemente, llegando a la locura de posicionarse a favor de los enemigos declarados de Dios, que son los mismos que odian a España. Por el contrario, los que queremos conservar y profesar la Fe Católica reconocemos y nos gloriamos de la valiente gesta de nuestros abuelos, donde a pesar de la sangre bendita de miles de Mártires, no hubo ni una sola apostasía, ni una tímida renuncia a la Fe de siempre... hombres, mujeres, jóvenes y hasta niños que prefirieron permanecer Católicos antes que renunciar a la Doctrina de Nuestro Señor, a costa de su propia vida, que entregaron como inmolación antes que abjurar de Cristo y de Su Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.