domingo, 2 de junio de 2024

EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 2: MI AMOR PARA SOPORTAR EL SUFRIMIENTO

  



               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN

               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

               Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL 

               Oh queridísimo y Divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias Te haría si Te poseyera! ¡Cómo Te abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces Te besaría y me pondría de rodillas para adorarte; mil veces Te apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Tú Te abrasas. Oh Corazón Sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón Divino, que has respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Ti. ¡Oh Buen Jesús!, separa de mi pobre corazón todo lo que Te desagrade, y hazlo manso, sencillo y humilde.


MEDITACIÓN DIARIA
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)


               Se me mostró inmediatamente una gran cruz, cuya extremidad no podía ver; pero toda ella estaba cubierta de flores: "He ahí el lecho de Mis castas esposas –me dijo–, donde te haré gustar de las delicias de Mi Amor; poco a poco irán cayendo esas flores, y sólo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de Mi Amor para soportar el sufrimiento". Me regocijaron en extremo estas palabras, pensando que no habría jamás penas, humillaciones, ni desprecios suficientes a extinguir mi ardiente sed de padecer, ni podría hallar yo mayor sufrimiento que la pena de no sufrir lo bastante, pues no dejaba de estimularme Su Amor de día ni de noche.



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ORACIÓN FINAL 

               Renueva completamente el estado de mi alma, oh mi Divino Jesús, y toma entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a Tu amable Corazón. Haz de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de Tus delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrásalo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de Tu Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradarte, a fin de que en el momento en que me saques de esta vida, no muera de otra muerte que la de Tu Amor y por Tu Amor. Así sea.


               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.



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