- A vivir en Ti mismo para comunicarme y darme vida tuya -
En un momento difícil de la persecución, que padece de los grandes de la tierra, mi Padre San Elías, siente pesada e intolerable la vida; siente tedio abrumador y el peso de su miseria natural, por lo cual dice a Dios: “Básteme ya, Señor, de vivir; llévate mi alma porque no soy d mejor condición que mis padres”. Era ésta la expresión del desaliento que sentía. Dios le mandaba subir a la soledad y al silencio y en la luz de Dios. Elías no habla, sino escucha, mira atiende a Dios en el silencio y en el olvido de las criaturas y siente la presencia y la mirada de Dios.
En esa mirada de amor se le comunica y da sabiduría de divino conocimiento; toda la sabiduría y toda la ciencia de las criaturas es oscuridad e ignorancia comparadas con este conocimiento. Junto con este conocimiento recibió en su alma la fortaleza del espíritu y la vida de Dios, que es vida eterna de luz, de verdad y de todo bien.
Como a Moisés y como a Elías me has llamado y traído, Señor, a mí a la Religión, y ahora a esta soledad y recogimiento, no a morir ni a tristezas, ni a ruidos ni esparcimientos con las criaturas, no a descansar, sino a tu casa de silencio y santidad, a vivir en Ti mismo para comunicarme y darme vida tuya y alegrías y luces de espíritu; he venido a vivir en Tu misma vida.
Que te conozca a Ti y te ame, Dios mío. Quieres darme una vida sobrenatural llenísima. Que prepare yo mi alma con virtudes y con el continuo trato Contigo en la oración y silencio para que pueda crecer y desarrollarse continuamente más esta vida tuya en mí. Me das Tu misma vida. ¿Cómo corresponderé a tanto bien?.
Si, es verdad, ¿cómo corresponderé a tanto bien como me da cada día Nuestro Señor?
ResponderEliminarGracias.