En cuanto a aliviar, dice el mismo santo comentando las palabras del Eclesiástico: "Me paseé sobre las olas del mar" (Ecclo 24,8): "Es decir, visitando y socorriendo en las necesidades y en los tormentos de mis devotos que son mis hijos".
Dice el mismo santo que las penas del Purgatorio son llamadas olas porque son transitorias, a diferencia de las del infierno que no pasan jamás. Y se llaman olas del mar, porque son penas muy amargas. Afligidos por estas penas, los devotos de Nuestra Señora se ven constantemente visitados y socorridos por ella. Ved cuánto importa, dice Novarino, ser devoto de esta Señora tan buena, pues ella no sabe olvidarse de ellos cuando padecen en aquellas llamas. Y si María socorre a todas las almas del Purgatorio, sin embargo sus mayores indulgencias y cuidados son para las que le son más devotas.
San Alfonso Mª. de Ligorio
Las Glorias de María
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Magnífico relato.
ResponderEliminarEn CRISTO Resucitado lo saludo.
"Laus Deo, Virginique Matri"
Preciosa imagen y mejor texto hermanito...que consuelo más grande saber que las almas no son abandonadas, y que son asistidas por la Santísima madre de Dios, por ello, con mucho mas amor deberíamos acudir a ella, dándole gracias por tales cuidados y protección +
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