Haced Vos ¡oh Padre celestial!
que los Ángeles se alegren siempre de nosotros, para que eternamente, os alaben por la bondad que vean en nosotros, y lleguemos a ser todos un mismo rebaño vuestro y juntos, unos y otros, os alabemos y glorifiquemos Vuestro Santo Nombre, pues sois el Criador de los hombres y los ángeles.
"Ellos aman verdaderamente a los que en su compañía han de ser también ciudadanos de la gloria y esperan que con la salvación de los hombres se han de reparar las ruinas de los ángeles. Por tanto nos asisten con gran cuidado y vigilancia a todas horas y en todas las ocasiones, socorriendonos y proveyéndonos en nuestras necesidades, siendo los mensajeros que corren con solicitud desde nosotros hasta el Trono de Vuestra Divina Majestad, para ofreceros nuestras lágrimas, sollozos y suspiros, para alcanzarnos de vuestra benignidad y clemencia el perdón de nuestras culpas, y traernos la deseada bendición de vuestra gracia.
Andan con nosotros en todos nuestros caminos, entran y salen siempre con nosotros, considerando atentamente con qué piedad y virtud, con qué honestidad vivimos en medio de otros muchos que son malos, y con cuanto cuidado y deseo buscamos Vuestro Reino y Vuestra Justicia, y con cuanto temor y respeto os servimos y nos alegramos en Vos también, ¡oh verdadera alegría de nuestro corazón!
Ayudan a los que trabajan, defienden á los que reposan, exhortan a los que pelean, coronan a los que vencen. Se alegran con los alegres, con tal que esta alegría sea en Vuestra Majestad y se compadecen de los que ven padecer como padezcan por Vos."
( San Agustín, "Meditaciones, Soliloquios y Manual" )
*** * ***
*** * ***
Los Santos Ángeles Custodios están a nuestro lado para que los hombres obedezcan a la Ley de Dios.
ResponderEliminarLa desobediencia es la madre de todos los vicios, y está en el origen del mal, es la que ha costado a Jesús y a la Santísima Virgen María los mayores sufrimientos para la Redención del género humano.
Santa Teresita decía: "Mon Dieu, je choisis tout ce que vous voulez:
DIOS MÍO YO ESCOJO TODO LO QUE TU QUIERAS.
Todas las desgracias tanto morales como económicas, así como la crisis actual, son la consecuencia de la desobediencia a las leyes de Dios, que nos recuerdan constantemente nuestros Ángeles custodios.