lunes, 23 de diciembre de 2019

EL LIBERALISMO, CONTRARIO AL ORDEN CRISTIANO




               "El Orden Cristiano es el orden de la caridad, y por consiguiente está excluida de él la sociedad liberal, porque la sociedad liberal al instituir la libertad como un fin en sí, como un absoluto, como un mito sacro, aísla a los hombres en vez de unirlos y fomenta el más cruel y mezquino egoísmo. 

              Hijos de la sociedad liberal son el supercapitalismo, la lucha por la vida... el malthusianismo, el birth control [control de natalidad], la fecundación artificial y todas las aberraciones y pecados contra natura de la sociedad contemporánea. 




               El hombre liberal al recluirse en sí mismo, al encastillarse en su libertad, al transformar su libertad en un dios, ha roto toda relación con el Dios Verdadero y con el prójimo. Y así ha nacido el absurdo concepto de self-made man, del hombre que se hace su propio destino, lo cual en realidad significa que el hombre ensoberbecido rechaza por superflua la Gracia Divina, prescinde de toda relación con Dios Creador y Redentor y se cree igual a Él." 


“La justicia no cristiana”
Nimio de Anquín, 1942

LOS PRINCIPIOS ANTI-CRISTIANOS
del Liberalismo son los que predominan
en la Sociedad Actual

               "Principios liberales son: la absoluta soberanía del individuo con entera independencia de Dios y de su autoridad; soberanía de la sociedad con absoluta independencia de lo que no nazca de ella misma; soberanía nacional, es decir, el derecho del pueblo para legislar y gobernar con absoluta independencia de todo criterio que no sea el de su propia voluntad, expresada por el sufragio primero y por la mayoría parlamentaria después; libertad de pensamiento sin limitación alguna en política, en moral o en Religión; libertad de imprenta, asimismo absoluta o insuficientemente limitada; libertad de asociación con iguales anchuras. 




               Estos son los llamados principios liberales en su más crudo radicalismo. El fondo común de ellos es el racionalismo individual, el racionalismo político y el racionalismo social. 

               Derívanse de ellos la libertad de cultos más o menos restringida; la supremacía del Estado en sus relaciones con la Iglesia; la enseñanza laica o independiente sin ningún lazo con la Religión; el matrimonio legalizado y sancionado por la intervención única del Estado: su última palabra, la que 11 todo lo abarca y sintetiza, es la palabra secularización, es decir, la no intervención de la Religión en acto alguno de la vida pública, verdadero ateísmo social, que es la última consecuencia del Liberalismo.

               En el orden de las doctrinas el liberalismo es herejía. Herejía es toda doctrina que niega con negación formal y pertinaz un Dogma de la Fe Cristiana. El liberalismo doctrina los niega primero todos en general y después cada uno en particular. Los niega todos en general, cuando afirma o supone la independencia absoluta de la razón individual en el individuo, y de la razón social, o criterio público, en la sociedad.

               En el orden de los hechos es radical inmoralidad. Lo es porque destruye el principio o regla eterna de Dios imponiéndose a la humana; canoniza el absurdo principio de la moral independiente, que es en el fondo la moral sin ley, o lo que es lo mismo, la moral libre, o sea una moral que no es moral..."

"El liberalismo es pecado", por el Padre Félix Sardá y Salvany

(Continuará...)



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