La Corona de los Siete Dolores se compone de siete grupos, con siete cuentas por grupo, para así mejor honrar los Dolores padecidos por la siempre Virgen María; esta devoción se centra en los
Misterios Dolorosos de María, que se meditan y contemplan
acompañándola espiritualmente y poniendo nuestro corazón
junto al de Nuestra Santa Madre, para comprender y compartir con Ella Su maternal dolor por los padecimientos de Su Hijo.
El 14 de Febrero de 1607, el Papa
Pablo V, mediante el breve "Cum Certas unicuique", concede indulgencias a este piadoso ejercicio, que
practicaban los Siervos de María, (Servitas) . En esta época todavía no se rezaban las siete
septenas de Ave María, sino que consistía en la recitación de
siete Padrenuestros e igual número de Avemarías.
Es importante que a la hora de rezar esta Corona, nos situemos espiritualmente junto a la Madre Dolorosa, para así tratar de vivir en nuestro corazón lo que Ella experimentó en el Suyo en cada uno de aquellos amargos momentos...
Los Siete Dolores
de Nuestra Santa Madre
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
1º. La Profecía de Simeón
¡Dulce Madre mía! Al presentar a Jesús en el templo, la profecía del anciano Simeón Te sumergió en profundo dolor al oírle decir: “Este Niño está puesto para ruina y resurrección de muchos de Israel... y una espada traspasará tu alma”. De este modo quiso el Señor mezclar Tu gozo con tan triste recuerdo.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
2º. La persecución de Herodes y la huida a Egipto
¡Oh Virgen querida!, quiero acompañarte en las fatigas, trabajos y sobresaltos que sufriste al huir a Egipto en compañía de San José para poner a salvo la vida del Niño Dios.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
3º. Jesús perdido en el Templo, por tres días
¡Virgen Inmaculada! ¿Quién podrá pasar y calcular el tormento que ocasionó la pérdida de Jesús y las lágrimas derramadas en aquellos tres largos días? Déjame, Virgen mía, que yo las recoja, las guarde en mi corazón y me sirva de holocausto y agradecimiento para Contigo.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
4º. María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz
Verdaderamente, calle de la amargura fue aquella en que encontraste a Jesús tan sucio, afeado y desgarrado, cargado con la Cruz que se hizo responsable de todos los pecados de los hombres, cometidos y por cometer. ¡Pobre Madre! Quiero consolarte enjugando Tus Lágrimas con mi amor.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
5º. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor
María, Reina de los Mártires, el dolor y el amor son la fuerza que los lleva tras Jesús, ¡qué horrible tormento al contemplar la crueldad de aquellos esbirros del infierno traspasando con duros clavos los pies y manos del Salvador! Todo lo sufriste por mi amor. Gracias, Madre mía, gracias.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
6º. María recibe a Jesús bajado de la Cruz
Jesús muerto en brazos de María. ¿Qué sentías Madre? ¿Recordabas cuando Él era pequeño y lo acurrucabas en Tus brazos?. Por este dolor Te pido morir entre Tus brazos.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
7º. La sepultura de Jesús
Acompañas a Tu Hijo al sepulcro y debes dejarlo allí, solo. Ahora Tu dolor aumenta, tienes que volver entre los hombres, los que Te hemos matado al Hijo, porque Él murió por todos nuestros pecados. Y Tú nos perdonas y nos amas. Madre mía perdón, misericordia.
Rezar 1 Padrenuestro, 7 Avemarías y 1 Gloria.
Terminamos con la jaculatoria Corazón Doloroso e Inmaculado de María, ruega por nosotros.
ORACIÓN FINAL
Corazón Doloroso e Inmaculado de María, morada de Pureza y Santidad, cube mi alma con Tu protección maternal a fin de que, siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su amor y obedezca a Su Divina Voluntad. Quiero, Madre Mía, vivir íntimamente unido a Tu Corazón, que está totalmente unido al de Tu Divino Hijo. Átame a Tu Corazón y al Corazón de Jesús con Tus Virtudes y Dolores y protégeme siempre.
Y terminamos signándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
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