EL SANTO DE LA ESCLAVITUD MARIANA: EL GRAN PERSEGUIDO
Luchó contra los jansenistas y por ello fue un gran perseguido; muchos se indignaban ante la devoción insigne que predicaba a Nuestra Señora. No pocas veces, sus autos de fe, sus prédicas contra la inmoralidad, fueron interrumpidos por orden de las autoridades eclesiásticas. De esta manera, en casi todas las diócesis de Francia le fue negado el uso de órdenes. Después de 1711, sólo los Obispos de la Rochelle y de Luçon le permitieron la actividad misionera.
Ante ese inmenso poder del mal, nuestro Santo se reveló profeta. Con palabras de fuego, denunció los gérmenes que minaban la Francia de entonces y vaticinó la catastrófica Revolución Francesa.
Es necesario reseñar, que en las regiones en donde San Luis Grignión de Montfort predicó, esas humildes y piadosas regiones, fueron las mismas que se levantarían, armas en mano, contra la impiedad y la subversión de la Revolución Francesa.
Sus libros más recomendados:
*“La Verdadera Devoción” ( el culto debido a Nuestra Señora, la Esclavitud Mariana y el Reino de María).
* “Carta a los amigos de la Cruz.”
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