“Pórtate bien en su presencia y escucha su voz; no le seas rebelde, porque él me representa a Mí. Si escuchas atentamente su voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus adversarios mis adversarios”
(Ex 23, 21-22).
Tenemos tres responsabilidades
para con el Ángel de la Guarda:
2) Respetar su presencia portándonos bien para obrar conforme a la voluntad de Dios; quien quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
3) Encomendarnos a él todos los días con la firme esperanza de que en ellos, Dios nos cuida y vela para no perdernos en la esclavitud del pecado que conduce a la muerte.
Oración a Nuestro Ángel de la Guarda
Ángel de Dios mi fiel custodio, a cuyos cuidados he sido confiado por la bondad divina,
ilumíname, guárdame, defiéndeme y gobiérname en este día.
Amén.
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Hna. Úrsula, Terciaria Franciscana
Santiago de Chile
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Nuestro texto es uno de los pocos que existen en la Sagrada Escritura donde se habla del ángel de la guarda que Dios le ha asignado a cada persona para que custodie lo santo que hay en ella. También la imagen del ángel de la guarda se ha deteriorado, tal como todo lo grande la Revelación se ha ido deteriorando con el transcurso del tiempo. Y así, de ese ángel se ha hecho una especie de cuidador invisible que preserva al niño de caer de un puente o de ser picado por una víbora. De ese ser glorioso y terrible de la Escritura se ha urdido algo sentimental, incluso a veces ambiguo. En realidad , el ángel es la primera creatura que creo Dios. Su naturaleza tiene una fuerza insoportable para el hombre. Por eso cuando se le aparece a un ser humano lo primero que le dice es: "No temas", lo que no quiere decir otra cosa que él mismo le otorga fuerza para que pueda soportar su presencia. Entre Dios y el ángel hay un acuerdo de cuidar lo santo que subyace en el hombre confiado a su custodia. Y el ángel lo protege por entre extravios , sufrimientos y muerte. Y he aquí que Jesús dice !Guardate de poner mano sobre esa dimensión sagrada que existe en el niño!. Detrás de él hay un ángel que ve a Dios. Detrás del niño esta Dios manifiesto. Si invades su espacio, lesionas algo que conduce directamente hacia lo oculto de Dios. Y te enfrentarás a un adversario terrible. Es verdad que calla. Aparentemente no ocurre nada. Pero algún día tomaras conciencia de lo que en realidad aconteció cuando El se convirtió en adversario tuyo. Aquí se hace patente la dignidad sagrada del indefenso. Romano Guardini - El Señor
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