sábado, 16 de septiembre de 2017

EL REY ESCLAVO DE NUESTRA SEÑORA


     Cuando los Monarcas eran Esclavos de la Virgen...




     La Devoción española por los Siete Dolores de Nuestra Señora, la debemos en parte al Rey Felipe "el Hermoso", que desde su capilla privada de Flandes, trajo a la Península una talla de la Virgen bajo este título. Solicitó del Papa Alejandro VI y le fue concedida una bula para crear en sus dominios congregaciones de fieles bajo la advocación de María Santísima de los Siete Dolores.

     La fundación en Madrid de la Cofradía penitencial bajo esta advocación de los Siete Dolores de María Santísima, se hará en tiempos del piadoso monarca Felipe II, vinculada dicha Cofradía a la imagen que su abuelo trajera, y que estuviera primero en la capilla del Alcázar de Madrid y que regalaría al Monasterio de las Descalzas Reales, fundación de su hermana Juana, pasando posteriormente al convento dominico de Santo Tomás, situado en la madrileña calle de Atocha.

     El pasado 13 de Septiembre, se cumplía el 419 Aniversario del óbito del Rey Felipe II, "el Prudente", hijo del Gran Emperador, Carlos I de España y V de Alemania. A pesar de amasar los más vastos territorios por herencia, jamás descuidó el mayor de sus tesoros: la salvación de su alma. Por eso la encomendó siempre a la Virgen Santísima; por herencia de los Habsburgos, era especialmente devoto de la Virgen en Sus Misterios de la Soledad y de los Siete Dolores, devoción ésta que compartía con su mujer, Isabel de Valois.

     "Sus convicciones religiosas eran inquebrantables. En su corazón no había lugar para la duda, por fugaz que fuese. Asistía devotamente a todos los actos de culto, oía misa todos los días y comulgaba con alguna frecuencia; era muy devoto de la eucaristía, devoción tradicional en los Habsburgos, y de la Santísima Virgen; trataba con su confesor los asuntos de conciencia, privados y aun públicos... Escrupuloso cumplidor de sus deberes personales, se creía obligado a procurar también la salvación de las almas de los demás; de ahí su perpetua solicitud por el mantenimiento de la fe cristiana". (Ricardo García Villoslada)





"Harto alivio es que tenga Dios Nuestro Señor
 tan gran defensor y ayuda para su Iglesia
 como Vuestra Majestad es".

Santa Teresa de Jesús refiriéndose al Rey Felipe II en 1573




Grabado de Nuestra Señora de los Siete Dolores, datado en 1862







Escudo de la Congregación de Esclavos
de María Santísima de los Siete Dolores




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