Aclaraciones sobre los Católicos sedevacantistas:
Sedevacantistas somos aquellos Católicos que NO aceptamos el "Concilio Vaticano II" y a los "Papas" de la iglesia que de él surgió y que por tanto, entendemos que LA SEDE DE SAN PEDRO, el Trono Papal, se encuentra VACANTE desde la muerte de Pío XII en Octubre de 1958.
NO somos herejes, pues PROFESAMOS LA GENUINA FE CATÓLICA, con todos sus Dogmas y Magisterio, por tal motivo, nuestra conciencia no nos permite reconocer el "Concilio Vaticano II" ni a sus "Papas", pues entendemos que se trata de una nueva doctrina que se aleja sobremanera de la Doctrina Católica que la Santa Iglesia ha profesado desde los tiempos de los Apóstoles.
Los Católicos sedevacantistas amamos la institución del Papado pues es de origen divino, y porque creemos en la Infabilidad Papal, en la Indefectibilidad de la Santa Iglesia, NO PODEMOS ACEPTAR como legítimos a aquellos "Pastores" que no sólo están en la herejía sino que hacen gala y profesión de la misma, extendiendo desde los púlpitos los errores que la Iglesia siempre condenó.
Vivimos en la alegría cristiana de la Promesa de Nuestro Señor "...tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella." (Evangelio de San Mateo, cap. 16, vers. 18)
Los verdaderos Católicos, aquellos que seguimos la Doctrina y el Magisterio Papal hasta la muerte del último Príncipe de Dios, el Sumo Pontífice Pío XII, vamos camino de las neo catacumbas; veremos la Santa Misa más proscrita que nunca; no dudo que tendremos que convertir nuestros hogares en capillas improvisadas, para poder seguir recibiendo los sacramentos por manos de sacerdotes católicos, aquéllos que no doblarán la rodilla ante el Falso Papa.
EL NOVUS ORDO MISSÆ, "LA MISA NUEVA"
Después del “Concilio Vaticano II” se establecieron varias comisiones para "actualizar" la Misa y el ritual de los Sacramentos. Dicha comisión encargada de modernizar la Misa incluyó reconocidos teólogos protestantes y según las palabras del Cardenal Alfredo Ottaviani: “El Novus Ordo Missæ...representa un alejamiento sorprendente de la teología católica de la Misa, tal como fue formulada en la sesión XXII del Concilio de Trento.”
La consecuencia de esta actualización fue la redefinición de la Misa (que ahora se asemeja a la Última Cena de Lutero), la alteración de las oraciones del ofertorio -con lo cual se suprime el concepto de un sacrificio expiatorio -y la modificación sustancial de las palabras consagratorias (esto último sucede en las traducciones al vernáculo).
Esta nueva misa, conocida con el nombre de Novus Ordo Missæ, contradice previas enseñanzas y decretos infalibles de la Iglesia Católica como son: Quo Primum y De Defectibus del Papa San Pío V; el decreto del Concilio de Trento sobre el Santo Sacrificio de la Misa (sesión XXII), Apostolicae Curae del Papa León XIII (1896), Mediator Dei del Papa Pío XII (1947), Sacramentum Ordinis del Papa Pío XII (1948).
Por tanto, el nuevo orden de la misa es inválido, por más que sea ofrecida por el mismísimo Santo Tomás de Aquino, ya que no es un problema de idioma sino de rito; por esto la participación activa en ella sería un pecado grave para cualquier Católico fiel.
Las cuatro notas o marcas de la Verdadera Iglesia Católica son: Unidad, Santidad, Catolicidad y Apostolicidad, la Iglesia Católica es la Verdadera Iglesia de Cristo. Más como la nueva misa, los nuevos ritos sacramentales y las enseñanzas del Concilio Vaticano II constituyen un alejamiento manifiesto de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia Católica, debe concluirse que esta iglesia nueva, católica de nombre únicamente, no posee las primeras dos marcas que son: la Unidad y la Santidad.
Su obvia desviación en los últimos cincuenta años de lo que la Iglesia Católica siempre ha sostenido lleva a una sola conclusión: se ha creado una nueva iglesia ecuménica que se encuentra en contradicción con la Verdadera Iglesia Católica.
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