BREVE RESEÑA DEL SANTO OBISPO
Fray José Cueto y Díez de la Maza, nació en Riocorvo, Santander (España) en 1839, en el seno de una familia profundamente cristiana. A los 17 años ingresa en el Convento de los Frailes Dominicos de Ocaña.
Su vida como religioso dominico transcurrió entre Ocaña, Filipinas, Ávila y Canarias. Itinerario geográfico y espiritual, enriquecido con su elocuente predicación, producción literaria -obtuvo diversos premios, entre otros, por sus obras "La Fe y la Razón" y "Breve estudio sobre el dogma y la libertad"-, su sabiduría en la cátedra como Profesor de Teología y de Derecho Canónico, y como santo y solícito Pastor en la Diócesis de Canarias, de la que fue Obispo durante 17 años.
Hizo norma de su conducta y de su gobierno la doctrina del amor. Tomando para sí el lema de San Juan Crisóstomo: "Sé austero para contigo y benigno para con el prójimo".
No tuvo más fin durante el tiempo que vivió entregado a su Diócesis de Canarias, que vaciar de sí mismo su corazón para que entrasen en él todos aquellos que la Divina Providencia le había dado por hijos.
En sus Visitas Pastorales, hechas con gran dificultad por los peligros del mar y lo escabroso del terreno, se mostró siempre como "el enviado del Cielo, el Ángel de la Caridad y de la Paz".Las numerosas obras sociales que se crearon durante su pontificado en la Diócesis de Canarias, por iniciativa suya, dan testimonio de ello. Y así lo percibió el pueblo resumiendo su paso por las islas con estas palabras: “El Padre Cueto era antes que nada un gran corazón. Su corazón nos explica todas las acciones de su vida”.
El 12 de Junio de 1895, junto con la Madre Pilar Prieto, funda la Congregación de las Dominicas de la Sagrada Familia, dedicada a la educación de la juventud y a la caridad, mediante la predicación de la Palabra de Dios, en íntima unión con el espíritu dominicano.
Según la Tradición, los Prelados debían conservar en sus prendas episcopales los colores propios de su orden religiosa. El Obispo Cueto, al ser dominico, vestía sotana, solideo y fajín blancos, mientras que el mantelete y esclavina eran negros, con la botonura y filetata en blanco. El bonete, según costumbre de la época, era de color negro con borla verde.
Una anécdota providencial acontecería el 26 de Mayo, cuando el Obispo Cueto confirmó en la Fe Católica a la entonces niña Lorenza Díaz Bolaños, que llegaría a ser Hija de la Caridad y Mártir durante la Cruzada de 1936.
El "Padre Cueto", como cariñosamente le llamamos los canarios, entró en la Vida en la capital de su Diócesis, Las Palmas de Gran Canaria, en olor de santidad, el 17 de Agosto de 1908. Sus venerables restos reposan en la Capilla de la Comunidad de San José, Las Palmas.
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