"Como el pastor vigilante acostumbra a guardar sus ovejas de las fieras, asimismo el Sacerdote de Dios debe andar solícito sobre la grey de Cristo para que el enemigo no devaste, ni el perseguidor infeste, ni la codicia de algún poderoso inquiete la vida de los pobres. Mas los pastores malos no cuidan de las ovejas, sino que conforme se lee en el Evangelio sobre los mercenarios, ven el lobo que viene y ellos huyen. Porque cuando callan ante los poderosos y temen resistir a los malos, entonces huyen. Si callan sobre esto, serán condenados por su maldad".
San Isidoro de Sevilla
Es realmente esta una afirmación falsa y errónea. Por supuesto, podemos y tomamos decisiones morales; todos los hombres lo hacen.
Además, a los Sacerdotes, formados en Teología Moral, se les confían almas que acuden a ellos en busca de orientación moral y les susurran en el Sacramento de la Penitencia. Es por esta razón que se pone tanto énfasis en el estudio de la Teología Moral en el Seminario; es la razón por la que todos los Sacerdotes dirán, por ejemplo, que acceder a material indecente en Internet es un pecado mortal, a pesar de que no hay declaraciones de la Santa Sede sobre el uso de Internet.
Durante los últimos veinte meses me he visto obligado a investigar áreas de la ciencia y la medicina en las que normalmente no tendría que ocuparme como Sacerdote. Desde la llegada del SARS-CoV-2. Sin embargo, mis compañeros Sacerdotes y yo hemos sido buscados por los laicos e incluso por otros Clérigos para recibir orientación sobre todos estos asuntos conflictivos. Las cosas serias penden de un hilo, la pérdida de un trabajo, la alienación de un miembro de la familia, una posible enfermedad o lesión grave para usted o su familia.
Personalmente, soy afortunado de tener contactos con expertos en los campos de la Ciencia y la Medicina en cuya experiencia he confiado en gran medida durante el último año y medio. Un Sacerdote no está ordenado para ejercer la medicina, pero en estos días muchos procedimientos médicos violan los principios morales, y regularmente consultamos a expertos para guiarlos de manera inteligente y adecuada en nuestra curación. Habiendo consultado a tales expertos e investigado los principios pertinentes de la Moral Católica, no veo cómo un Católico de buena fe puede recibir dicha "vacuna" (1) para el Covid-19 y sus infinitas variaciones...
Creo que la evidencia del riesgo, no solo los ávidos sino también los graves efectos secundarios que provoca la "vacuna", es suficiente para prohibir a los Católicos recibirla, sobre todo cuando entendemos que tampoco son eficaces para combatir el SARS-CoV-2 y su infección, creando un escenario de "riesgo sin recompensa". A pesar de ello, cuando vemos que estas nuevas "vacunas" son también tratamientos experimentales, la conclusión definitiva de que recibir la vacuna es un pecado se hace inevitable.
NOTA ACLARATORIA
1 Estas técnicamente no son vacunas. Las vacunas han sido definidas por los CDC (Centros para el Control de Enfermedades) como "un producto que estimula el sistema inmunológico de una persona para producir anticuerpos contra una enfermedad específica, protegiendo a la persona de esa enfermedad". La nueva definición de CCB después de COVID es "una preparación que se usa para estimular la respuesta inmune del cuerpo contra la enfermedad". El propósito de los anticuerpos se eliminó deliberadamente, ya que las nuevas inyecciones para COVID, de hecho, no producen anticuerpos. Sin embargo, en aras de la simplicidad, a veces me referiré a estas nuevas inyecciones como "vacunas" sin implicar el significado literal.
Una defensa contra el rechazo a la vacuna Covid-19"
por el Reverendo Padre Stephen McKenna
de Monseñor Donald Sanborn acerca
de la nominada como "vacuna del covid"
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