viernes, 7 de enero de 2022

PRIMER VIERNES DEL AÑO

  

               La Devoción de LOS PRIMEROS VIERNES DE MES es una tradicional práctica de amor hacia el Sacratísimo Corazón de Jesús, según Sus propios deseos, manifestados a Santa Margarita de Alacoque en 1675:

              Yo te prometo, en el exceso de la Misericordia de Mi Corazón, que Mi Amor Omnipotente concederá a todos los que comulguen los Primeros Viernes de Mes, durante nueve meses consecutivos, la gracia de la penitencia final, y que no morirán en Mi desgracia, ni sin recibir los Santos Sacramentos, asegurándoles Mi asistencia en la hora postrera...

               Consiste esta piadosa práctica en recibir la Sagrada Comunión en el primer Viernes durante nueve meses consecutivos. Implica estar previamente en gracia de Dios mediante la Confesión sacramental con un sacerdote y tener la clara intención de REPARAR al Sagrado Corazón de Jesús, por cuantos ultrajes recibe en el Santísimo Sacramento. 





               Debemos ofrecer también -junto con la Sagrada Comunión- cualquier inconveniente, molestia personal, enfermedad... como un ACTO DE DESAGRAVIO; en la aceptación del dolor, nos unimos a los sentimientos del Sagrado Corazón de Jesús, en Su oración en el Huerto de los Olivos, en Su soledad en la cárcel, en sus cruentos dolores durante la Pasión... y ahora, en nuestros días, esos dolores se vuelven pena por tantas almas como viven indiferentes a Su Amor.

               El Sagrado Corazón de Jesús, que nada ha escatimado por conquistar nuestro amor, hasta el punto no sólo de dar Su Vida en el Calvario, sino que además renueva ese Sacrificio a diario en los altares por manos de Sus sacerdotes, se presta a ser encerrado en el Sagrario, esperando paciente la limosna de nuestra visita... 

               Ese Divino Corazón es nuevamente traicionado: ayer por Judas, hoy por aquellos que más debieran amarlo y que sólo le ofrecen las migajas de sus afectos. No quieras contar tú en la lista de los tibios, de los que aman a ratos, pero que no se entregan del todo a las exigencias de una vida cristiana.

                La Piedad Católica no consiste sólo en rezar vocalmente, sino que esas oraciones deben salir de un corazón que desea enamorarse de Jesús y de María; no reces sólo porque tengas problemas o dificultades, pues también el tener salud  y vida es motivo de agradecimiento a Dios. No reces sólo porque tengas ganas de hacerlo o sientas fervor, porque rezar así es bien fácil y consuela mucho; sin embargo, cuando te obligas a rezar, negándote a la pereza, aunque te sientas frío, esa oración será aún más valiosa ante los ojos de Dios, pues Él verá tu superación y el deseo de reparar por aquellas almas que viven de espaldas al Señor.


Condiciones para ganar esta gracia

                 1. Recibir la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma consecutiva y sin ninguna interrupción (obviamente, sin estar en pecado mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical). Se sugiere confesión con intención de reparar las ofensas al Sagrado Corazón.

                2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.

                3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.


Estampa para seguir la Devoción 
de los Primeros Viernes




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