domingo, 12 de enero de 2020

LA SAGRADA FAMILIA, La Trinidad en la Tierra


               Acababa el siglo XIX cuando el Papa León XIII, expuso los fundamentos teológicos y el alcance religioso y social de la Devoción a la Sagrada Familia, momento que aprovechó para instituir su Fiesta, para impulsar así la espiritualidad de las familias cristianas; transcurridos algunos años, el Noble Benedicto XV, extendió su celebración a toda la Iglesia el 26 de Octubre de 1920, para decretar poco después, que la Fiesta de la Sagrada Familia se celebrase el Domingo siguiente al de Epifanía.



Nuestra Señora corona virginalmente a San José. 
Obra del escultor Don Ramón Cuenca


Papa León XIII
La Sagrada Familia modelo 
de las familias cristianas


              "Nadie ignora que la prosperidad privada y pública depende principalmente de la constitución de la familia. En efecto, cuanto más profundamente arraigada se halla la virtud en el seno de la familia, cuanto más grande sea la solicitud de los padres por inculcar a sus hijos –por medio de la Doctrina y del ejemplo– los preceptos de la Religión, tanto mayores frutos nacerán de ahí para el bien común. Por este motivo, es de soberana importancia que la sociedad doméstica no sólo esté constituida santamente, sino que además se halle regida por leyes santas; y que el espíritu de la Religión y los principios de la Vida Cristiana se desarrollen en ella con esmero y constancia. Evidentemente, con este fin, el Dios Misericordioso, cuando quiso realizar la Obra de la Reparación Humana, esperada desde hacía siglos, dispuso de tal suerte sus elementos y su orden, que –desde el principio– esta obra presentó al mundo la forma augusta de una familia divinamente constituida, en la cual los hombres todos pudieran contemplar un perfectísimo ejemplo de sociedad doméstica y un modelo de toda virtud y santidad.

              Tal fue la familia de Nazareth, en la que se ocultaba –antes de resplandecer ante las naciones con su plena luz– el Sol de Justicia, Cristo Dios Salvador Nuestro, con la Santísima Virgen y San José, Su santísimo esposo, el cual hacía con Jesús el oficio de padre. No podríamos dudar de que la perfección que, para la sociedad y vida doméstica, nacía de la fidelidad recíproca a los deberes de caridad, de la santidad de costumbres y de la práctica de las virtudes, brilló con el más vivo resplandor en esta Sagrada Familia que había de constituir el modelo de todas las demás. Igualmente, por una benigna disposición de la Providencia, esta Familia se instituyó de suerte que todos los cristianos, de cualquier condición y país que sean, puedan encontrar en ella fácilmente –con un poco de atención– un motivo o invitación a practicar todas las virtudes. En efecto; los padres de familia tienen en San José, un modelo consumado de vigilancia y previsión paternal. La Santísima Virgen, Madre de Dios, es para todas las madres un modelo admirable de amor, modestia, espíritu de sumisión y Fe perfecta. En la persona de Jesús, que “vivía sumiso a ellos” [1], los hijos pueden admirar, venerar e imitar un modelo divino de obediencia."

Papa León XIII, Breve Apostólico Neminem fugit , 14 de Junio de 1892


NOTAS

   1 Evangelio de San Lucas, cap. 2, vers.5




Papa Benedicto XV
San José nos conduce a María
y Ella nos lleva a Jesús


               "...aprendan todos en la escuela de San José a mirar todas las cosas efímeras bajo la luz de las cosas perdurables de la eternidad; consolándose, por las incomodidades de la humana condición, con la esperanza de los bienes celestiales, encaminándose hacia ellos, obedeciendo la voluntad de Dios, es decir: viviendo sobria, recta y piadosamente.

             A medida que aumenta la devoción a San José entre los fieles, el ambiente se hace al mismo tiempo más propicio para un incremento de la devoción a la Sagrada Familia, cuya augusta cabeza fuera: una devoción brotará espontáneamente de la otra. Pues José nos conduce directamente a María, y por María llegamos a la fuente de toda Santidad, Jesús, quien, por su obediencia a José y María, consagró las virtudes del hogar."

Papa Benedicto XV, Motu Proprio Bonum Sane, 25 de Julio de 1920



LETANÍAS A LA SAGRADA FAMILIA


Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros
Cristo, ten piedad de nosotros R. Cristo, ten piedad de nosotros
Señor, ten piedad de nosotros R. Señor, ten piedad de nosotros

Cristo, escúchanos R. Cristo, escúchanos
Cristo, socórrenos R. Cristo, socórrenos

Padre celestial, que eres Dios, R. ten piedad de nosotros
Hijo, Redentor del mundo, que eres Dios, R. ten piedad de nosotros
Espíritu Santo, que eres Dios, R. ten piedad de nosotros
Santísima Trinidad, que eres un solo Dios, R. ten piedad de nosotros

Jesús, hijo del Dios vivo, que hecho hombre por amor a nosotros has ennoblecido y santificado los vinculo de la familia. R. Ten piedad de nosotros

Jesús, María y José, a quienes honramos con el nombre de Sagrada
Familia. R. Ayudadnos
Sagrada Familia, imagen de la Santísima Trinidad sobre la tierra. R.
Ayúdanos
Sagrada Familia, modelo perfecto de todas las virtudes. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, no acogida en Belén pero glorificada por el canto de los
Ángeles. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, que recibiste los regalos de los pastores y de los
magos. R. Ayúdanos
Sagrada Familia; exaltada por el santo anciano Simeón. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, perseguida y obligada a refugiarse en tierra extraña. R.
Ayúdanos
Sagrada Familia, que viviste rechazada y oculta. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, fidelísima a la ley del Señor. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, modelo de las familias regeneradas en el espíritu
cristiano. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, cuya cabeza es modelo de amor paterno. R. Ayúdanos
Sagrada Familia cuya madre es modelo de amor materno. R. Ayúdanos
Sagrada Familia, cuyo hijo es modelo de obediencia y de amor filial. R.
Ayúdanos
Sagrada Familia, modelo y protectora de todas las familias cristianas. R.
Ayúdanos
Sagrada Familia, refugio nuestro en la vida y esperanza a la hora de la
muerte. R. Ayúdanos

De todo aquello que nos quita la paz y la unión de los corazones, R. Oh
Sagrada Familia Libéranos
De la desesperación del corazón, R. Oh Sagrada Familia Libéranos
De los apegos a los bienes terrenos, R. Oh Sagrada Familia Libéranos



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