sábado, 8 de septiembre de 2018

LA NATIVIDAD DE NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN MARÍA. Nuestra Señora del Pino, Reina y Madre de los Canarios


"Nuestros padres nos han dicho que dirigidos por un resplandor maravilloso 
la encontraron en la eminencia de un Pino, rodeada de tres hermosos dragos,
 de cuyas ramas se formaba una especie de nicho; que una lápida muy tersa le servía 
de peana y que del tronco de aquel árbol nacía una fuente perenne de aguas medicinales."

Fernando Hernández Zumbado, Novena a Nuestra Señora (1782)




Canten hoy, pues nacéis Vos,
los ángeles, Gran Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Canten hoy pues a ver vienen
nacida su Reina bella,
que el fruto que esperan de Ella
es por quien la gracia tienen.

Dignan, Señora de Vos,
que habéis de ser su Señora,
y ensáyense, desde ahora,
para cuando nazca Dios.

Pues de aquí a catorce años,
que en buena hora cumpláis,
verán el bien que nos dais,
remedio de tantos daños.

Canten y digan, por Vos,
que desde hoy tienen Señora,
y ensáyense desde ahora,
para cuando venga Dios.

Y nosotros que esperamos
que llegue pronto Belén,
preparemos también 
el corazón y las manos.

Vete sembrando, Señora,
de paz nuestro corazón,
y ensayemos, desde ahora,
para cuando nazca Dios. Amén.



LA GLORIOSA APARICIÓN 
de Nuestra Señora en la Villa de Teror, Isla de Gran Canaria



          El pensamiento de los Reyes Católicos para América como para las Islas Canarias era el mismo de la célebre cláusula del Testamento de la Reina Isabel: 

          "Procurar de ynducir a traer los pueblos... e los convertir a nuestra Santa Fe Catholica, y embiar a las dichas islas e tierra firme prelados y religiosos e clérigos y otras personas doctas y temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores dellas en la fe catholica e los enseñar e doctar de buenas costumbres."


           A este fin los Reyes Católicos, siguiendo las orientaciones del Papa Eugenio IV a las Misiones de Canarias, llegaron a conceder unos derechos a los que no habían llegado las leyes ni civiles ni canónicas. Y así nos encontramos con testimonios tan elocuentes como éstos: No se puede esclavizar a los canarios bautizados aut voluntarie ad baptismum venientes. Don Fernando y Doña Isabel mandan a Sevilla el 20 y 28 de Septiembre de 1477 que no pueden ser 28 esclavos los canarios (bautizados) cristianos y los que están en camino para lo ser. Los súbditos de la Corona de los Reyes Católicos no podrán ser esclavos, es decir, los canarios que se sometían.

       Y en estas islas, antes de la llegada de los primeros capitanes españoles, ya estaban allí los misioneros que habían conquistado para España el corazón de los indígenas. 


       En el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo, Canarias significa el primer paso. "Las naves inventoras de regiones" encontraron allí su apoyo. Las calas de Canarias fortalecían el heroísmo de quienes se impusieron la misión de evangelizar* a los habitantes de las fantásticas tierras americanas.




TEROR, EL TRONO DE NUESTRA SEÑORA

          Teror era en aquella época parte de un denso bosque, conocido como Selva de Doramas,  que se extendía por la zona norte de la isla de Gran Canaria. En un pino autóctono, muchos aborígenes canarios habían percibido extrañas luminarias décadas antes de la llegada de los castellanos a las islas. 

              "Explicáronse más aquellos Canarios diciendo a los Conquistadores, que desde tiempo inmemorial hasta aquél veían a la mitad de aquel árbol ima continuada y agradable claridad, un resplandor sobresaliente y admirable, y que muchos de ellos le avían visto algunas noches baxar de lo alto del árbol donde tenía su continua habitación al suelo y sitio donde está hoy su templo acompañada de muchas luces, y en aquel distrito, que ocupa su Iglesia, hazían un círculo o procesión en contorno y se volvía a su lugar. No es necesario decir, porque por sí se está dicho, que la compañía de luces era ordenado choro de ángeles..." (1)

EL OBISPO ES TESTIGO DE LA APARICIÓN

         Cuentan los autores del siglo XVII que subiendo a Teror los conquistadores, oyeron decir a los canarios gentiles, que hacía más de cien años que veían a la imagen de la Madre de Dios en un pino muy alto de aquel valle. 

             ...quando ellos llegaron a merecer la fortuna de su dichosa presencia, avía ya más de cien años que aparecía en el pino. Unas veces la contemplaban como una estrella de mucho resplandor; otras, como un personaje maravilloso. En lo alto del Pino en algunas ocasiones; en otras, donde está su templo, rodeada de luces y haciendo en contorno un círculo, se volvía a su lugar...(2)


          Cuando los hispanos vieron en Teror la imagen de la Virgen en el pino corrieron al Real de Las Palmas a contar al Obispo Don Juan Frías lo sucedido. El prelado a toda prisa se personó en el lugar; levanta los ojos al árbol frondoso y muy corpulento, y no ve luces ni resplandores; pero sí la imagen que hoy se venera por los canarios con tanto amor. Estaba sobre una piedra, rodeada de dragos y culantrillo. El Obispo, cayendo de rodillas, reza en silencio... Al día siguiente ya no encontraron a la imagen en lo alto, sino en lo bajo del Pino.


NOTAS

1- Fray Diego Henríquez, en su obra Verdadera fortuna de las Canarias.
2- Ibídem.




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